No necesitas más marketing o formaciones de mierda.

Necesitas a alguien que te diga la verdad y que te empuje a avanzar.

Por eso voy a contarte en qué consisten mis sesiones.

Dicho sin Glamour y al grano.

Nos juntamos tú y yo cada cierto tiempo, con una pizarra delante,

Hablamos sin tapujos de tus problemas como empresario y de cómo solucionarlos.

Estos problemas suelen ser:

No te da la vida,

No sabes cómo vender o no te gusta hacerlo.

Nadie te conoce a ti o a tu empresa.

No facturas lo suficiente.

No sabes por dónde tirar.

Ya no te sirven los consejitos de Chat Gpt.

Tu equipo no te hace ni puto caso (o te acaban abandonando pese al amor que les das)

Y en ocasiones sientes que quieres vender tu empresa para exiliarte en una cabaña en el bosque.

¿Cuántas he acertado?

Lo que hago es bastante simple.

Ofrezco sesiones de mentorización por videollamada o presenciales en mi sede.

En ellas, trabajamos en tu propio plan estratégico con pasos concretos que puedes seguir desde el primer día:

Definimos qué acciones tomar, qué errores evitar y cómo superar lo que sea que te esté bloqueando.

Te ayudo a visualizar tu siguiente nivel.

Objetivos,
líneas estratégicas,
acciones clave.

¿Estrategia y claridad?

Por supuesto.

Pero también hay mucho de desahogo.

Porque los empresarios somos personas aunque todo sea nuestra culpa y a nadie le interesen nuestros problemas.

Bueno, pues a mi sí.

Te ofrezco un momento privado para ti, donde le puedes contar a alguien de fuera lo que quieras sin filtros o miedos.

Alguien que ha pasado por lo mismo que tú y que ha salido de ello.

Alguien para contrastar tus ideas que te dará un consejo honesto y experto.

Yo te escucharé con atención en mi espacio seguro y confidencial.

A qué cuatro tipos de empresario suelo acompañar.

Tengo todo tipo de negocios y sectores por toda España:

Agencias de marketing, abogados, corredores de bolsa, sector farma, agricultores, empresas tecnológicas, artistas, imprentas y hasta una academia de baile.

Pero son siempre de estos 4 tipos:

(1) El CEO de PYME que ya ha superado su fase inicial, y siente que su empresa depende demasiado de él o no sabe cómo avanzar al ritmo que le gustaría.

(2) El Directivo de multinacional o asociación nacional que no tiene a nadie externo a quien consultar sus decisiones que le entienda o en quien confíe.

(3) El Mando intermedio que no es consciente de sus limitaciones. Por ejemplo: falta de foco, mala actitud, problemas de ventas, deficiente gestión de equipos o nula iniciativa. (aquí quien me contrata su jefe para que le ponga las pilas, las cosas como son.)

(4) El Emprendedor (o freelancer) que ya lleva tiempo facturando y quiere saber cómo escalar el negocio y aumentar sus ingresos a través de su estrategia.

¿Eres tú alguno de ellos o tu caso es especial?

Qué beneficios puedes esperar trabajando conmigo y cuándo los notarás.

Cada persona lleva sus tiempos

Lógicamente depende del punto de partida.

Pero lo normal es que, conforme pasen las sesiones, vayas notando lo siguiente:

Primero te darás cuenta de que hablar conmigo te aporta mucho más valor del que imaginabas.

Mucha novedad y frescura.

Mi visión externa te hará replantearte cosas de tu negocio y de ti mismo que nunca habías considerado.

Esto lo verás tras la primera sesión.

Después conseguirás una hoja de ruta para tu negocio con líneas de trabajo, las acciones clave.

Y un listado de habilidades que te ayudaré a desarrollar.

Esto lo verás en la segunda sesión.

Cuando ya estemos rodando,

Tu nombre empezará ser conocido en entornos de valor.

La gente te empezará a reconocer en los eventos que vayas y comenzarán a pedirte opinión sobre tu sector.

Tendrás nuevas herramientas para comunicarte con tus clientes y verás cómo tu mensaje se vuelve más claro, atractivo y carismático.

Esto lo notarás más o menos a las cuatro o seis sesiones.

En las siguientes sesiones habrás aprendido a manejar mejor tu tiempo, tu agenda, tu foco y tu energía.

Detectarás por ti mismo las acciones esenciales que impactan directamente en los resultados de tu negocio y empezarás a ver cambios palpables en tus resultados directos.

Esto podrás aplicarlo sobre el tercer mes.

Al final serás capaz de liderarte a ti y a tu equipo a tu manera y marcarás tus propias estrategias de crecimiento.

Mirarás atrás y te sorprenderá haber dudado tanto de ti en situaciones que ahora te parecerán sencillas y asumibles.

Te sentirás orgulloso de ti mismo y de todo lo que has conseguido.

Esto es lo mejor de la sesión final.

Para quien no trabajaré ni por todo el oro del mundo.

No tengo porque ser para todos.

Afortunadamente, vivo suficientemente bien como para poder elegir mis clientes y creo que tú también deberías poder hacerlo.

Así pues,

si estás en la lista de abajo te pido que no me contactes:

No trabajo para el que no está dispuesto a trabajar es decir, aquel que cree que con un par de ocurrencias vamos arreglar su empresa sin mover el culo.

No trabajo con los que viven de subvenciones sin intención real de generar un negocio de verdad. No me gustan los chiringuitos y no tengo intención crear más.

No trabajo con personas que creen tener siempre la razón. Si lo que te pone es que te den la razón como a los niños pequeños no pierdas aquí mi tiempo ni tu dinero.

No trabajo con negocios turbios: juego, armas o cualquier cosa que atente contra la libertad de las personas. Tampoco trabajo con partidos políticos por los mismos motivos.

Si crees que estas normas son demasiado estrictas o que puede haber excepciones te pido por favor que no me lo hagas saber.

Y esta última me costó aprenderla:

Yo también soy un negocio y mi tiempo vale dinero.

Por eso ya no trabajo con emprendedores en fase semilla que todavía no facturan o que aún no pueden invertir en mis servicios.

De todos modos, si es tu caso y aún no puedes permitirte pagarme puedes disfrutar de mi contenido gratuito en YouTube donde subo vídeos iniciales que te darán algo de orientación.

¿Te parece lógico?